...Pensamientos en voz alta...

¿Quién dijo que ser madre no era un trabajo full-time? ¿Acaso alguien pensó, aunque sea por dos minutos, que era fácil? ¿Quién dijo que no existen manuales? Quizás no sea un manual para toda la vida o todas las experiencias de la maternidad, pero que hay una aproximación...

Ser madre implica: ser hija, ser mujer, ser googleadora -por que investigadora es un término que me queda MUY GRANDE-, ser amiga sin serlo, ser conquistadora, ser seductora.... en fin... SER un abanico de cosas para las que, honores a la verdad, no estaba preparada...

Por ejemplo, gracias a Proyecto Mamá, durante el embarazo descubrí la bondad de la meditación; práctica que abandoné con el nacimiento de Juana. La verdad que una macana, por que te conecta con lo más íntimo, con lo más profundo de nuestro ser. Pretendo volver a meditar en este mes: #CompromisoAsumido .

Con Juana ya en este mundo, descubrí la paz que puede traerme una mirada suya o su paz al dormir. Empecé a observar y a valorar las pequeñas cosas que tiene el mundo. Ahí cobró real dimensión el siguiente fragmento de "El Principito" de "No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos." Por más trillada que sea la frase, no deja de ser sinceramente real.

Luego vino la etapa de desasosiego al ver cómo crece, cuánto crece y se independiza... Y vuelve a aparecer en mi mente "El Principito", con la frase "Tu no eres para mí todavía más un muchachito igual a otros cien mil muchachitos. Y no te necesito. Tampoco tú tienes necesidad de mí. No soy para ti más que un zorro entro otros cien mil zorros semejantes. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para tí único en el mundo..."

Para domesticar a alguien hay que generar un lazos... Y ella logró eso y más... Ella, para mí, es única en el mundo.

Retomar con la terapia me hizo volver a mi eje en algunas cuestiones... En las cuestiones que estoy tratando, obviamente. De a poco seguiremos avanzando... tranquilos!
Creo que la necesidad de pensar y repensarse ayuda a que podamos ver nuestros puntos flacos y, tratar, de cambiarlos o engordarlos y, a su vez, fortalecer los aspectos positivos de nuestra personalidad.

¿Cómo acallar las dudas que surgen dentro de mi? ¿Cómo saber si lo que estoy haciendo es lo correcto? ¿Acaso las culpas que traen la maternidad es algo con lo que todas las madres tenemos que lidiar?